En este
módulo se reflexionó de nuevo sobre la motivación. Hemos tratado el uso de las
recompensas como motivador, llegando a la conclusión de que la recompensa no
motiva a todos los estudiantes por igual, es más, cuando una persona realiza
una tarea esperando una recompensa no la realizarán mejor que los que no
esperan nada y además la realizarán de la manera más fácil posible siendo menos
creativos y arriesgando menos en la realización de la tarea. Es importante
entonces tener en cuenta la motivación extrínseca e intrínseca. La motivación
intrínseca lleva a actuar a los estudiantes por diversión o porque supone un
reto. Para lograr la motivación intrínseca y el deseo natural de aprender en
nuestras clases tenemos que incorporar la diversión y el reto en nuestras
clases. Para lograr este objetivo se habló en este módulo de cuatro pasos que
nos pueden ayudar a establecer una comunidad de aprendizaje colaborativa y
comunicativa en el aula: 1) distribuir la clase de manera que se facilite la
colaboración y cree un entorno de pertenencia; 2) práctica antes de actuación;
3) explorar y descubrir, dar la oportunidad a los estudiantes de enseñarse unos
a otros; y 5) actividades de “andamiaje”.
Este módulo me ha hecho pensar sobre algunos comportamientos que he podido tener en mis clases y mi actitud hacia ciertos estudiantes que no estaban lo suficientemente motivados, en lugar de desesperarme o enfadarme con ellos, mi cometido como profesora es intentar cambiar la dinámica y buscar la manera de motivarlos para que se impliquen en la realización de las actividades. Por último me ha servido para reflexionar sobre la forma de trabajar en grupos en clase, la manera de crear esos grupos para que funcionen mejor y puedan aprender los unos de los otros.
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